Exclusividad y singularidad, esas dos palabras podrían definir la villa que describimos, tanto por su ubicación, a escasos metros del mar mediterráneo y de la playa de la Malvarrosa de Valencia, como por su diseño e historia, una villa catalogada por cultura, que pudo ser rehabilitada y reformada integralmente conservando su aspecto histórico.
La villa se levanta sobre una parcela individual de 658 metros cuadrados y dispone de 348 metros cuadrados de construcción.
La distribución interior guarda la arquitectura inicial, con cúpulas en sus dos salones, cuatro dormitorios y dos baños en la planta baja y una gran cocina con espacio para comedor que da acceso a su terraza posterior, jardín y piscina.
En la planta alta encontramos la suite principal, con un despacho abierto, baño con bañera y ducha de hidromasaje y zona de descanso o televisión.
Interiormente destaca su arquitectura, en la que mezcla lo clásico y lo moderno, destacando su altura de techos y las vigas vistas de madera en su cubierta abuhardillada.
El jardín, está totalmente consolidado y se compone de, una parte frontal, con acceso y aparcamiento para, al menos, dos vehículos y una parte posterior con piscina, terrazas y un apartamento privado con baño, además de la zona técnica de la casa.
La calidad constructiva, de acabados y de instalaciones es muy alta, lo mismo que su esmerado diseño, sin embargo, cabe destacar también su ubicación, a escasos metros de la conocida playa de la Malvarrosa de Valencia, pero lo suficientemente separado de ella para vivir con tranquilidad.
La zona se encuentra perfectamente comunicada con el centro de la ciudad por transporte público, dispone de todos los servicios comerciales, educativos o de ocio y es un lugar seguro y tranquilo donde vivir y disfrutar del mar durante todo el año.