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Exclusividad y, sobre todo, singularidad son los dos adjetivos que mejor pueden definir esta vivienda, tanto por como es individualmente por el edificio en el que se ubica.
Un antiguo palacete del siglo XVII alberga este dúplex que destaca por la armonía con su ubicación, su comodidad y detalles como piezas y arcos originales conservados o la altura de sus techos, más de cuatro metros.
El edificio se rehabilitó integralmente en el año 1995, llevando a nuevo un palacio clásico pero conservando todo lo que lo hace especial.
Los modernos sistemas constructivos o de climatización se mezclan en armonía con los antiguos arcos ojivales, vigas vista, ladrillos caravista manuales o cerámicas que son auténticas obras de arte.
La casa se dispone en dos plantas, en la planta principal encontramos un gran salón, una zona de biblioteca, una funcional cocina, un aseo de respeto y la habitación principal, con baño incorporado. En la planta alta se sitúan los otros dos dormitorios con otro baño, amplios y muy luminosos.
Otro de los puntos que distingue a esta singular vivienda es el disponer de una planta baja, garaje, compartido con su único vecino, unos 60 m2 destinados a garajes o almacenes.
Existe el proyecto de instalar un ascensor por el patio de luces que una el garaje con la primera y la segunda planta de la vivienda.
La ubicación, junto a los edificios más nobles de Valencia es única, además, en la zona se dispone de todo tipo de servicios, ya sean comerciales, asistenciales o educativos.
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